lunes, 4 de octubre de 2010

La construcción social de la pobreza en la sociología

En contraste con las definiciones descriptivas de la pobreza predominantes en las ciencias sociales, George Simmel en su Soziologie (1908) nos ofrece un concepto analítico que puede aportar una iluminación teórica original al debate actual sobre la pobreza y la exclusión social. En este artículo se analiza la visión constructivista de este fundador de la Sociología en el marco de su proyecto sociológico. También se señalan algunos desarrollos más recientes inspirados en sus ideas, enfatizando algunas implicaciones de esta aproximación a la situación del pobre en la sociedad moderna para el trabajo social


Sociología y pobreza


La sociología, a nivel mundial, acepta la existencia de tres clases sociales, con muy ligeros cambios: La Clase Social Alta, La Media y La Baja. Estas clases sociales se subdividen en otras dos, cada una: La Alta y la Baja. Por tanto en un resumen apretado tenemos 6 subdivisiones de las clases sociales.

Todos sabemos, que una clase social significa, una determinada forma de vida y comportamiento cuyas actitudes se “transmiten” a través de la socialización, de padres a hijos como si se tratara de una herencia cultural.

La Clase Alta tiene una determinada manera de comportarse y podemos decir que constituyen el motor de las sociedades; lo mismo sucede con la Clase Media, pero con la diferencia de que esta determina las formas de gobiernos y las leyes de la mayor parte de los países y la Clase Baja cuyas actividades y pautas de comportamiento les orientan a llevar una SUBCULTURA DE LA POBREZA caracterizada por:

1.- Familias de un solo padre, generalmente la madre.
2.- Se recurre con frecuencia a la agresión física y emocional,
3.- Se retacea el halago y la caricia psicológica.
4.- Se menosprecia el trabajo y el esfuerzo. Porque les es mal remunerado.
5.- Incapacidad de planear el futuro. Se vive el ahora. Con una actitud fatalista.
6.-Se busca la gratificación inmediata, pareciera que para ellos no existe el futuro.
7.- Hay un débil control de los impulsos y menos aún de las pasiones.
8.- No participan en organizaciones. ( Clubes, Iglesia, Grupos Cívicos, Padres, etc.)
9.- Como no distribuyen bien sus actividades, parecen fatigados crónicamente.
10.-Mala administración de sus escasos recursos económicos. Prefieren los gastos del momento, viven el momento, nunca ahorran, y si tienen por demás lo dilapidan.
11.- Tienen una limitada gamma de intereses. Nunca piensan en grande ni trabajan para ello. Si lo hacen, optan por el poco esfuerzo y la gran ganancia que raya en lo ilegal.
12.- Tienen una limitada instrucción lo que les ocasiona disminución de la facilidad de palabra y de las oportunidades.
13.- Son marginados, trabajan para ello, piensan que no podrán hacerlo y se auto - marginan y auto - excluyen.
14.- Llevan una vida social muy restringida. No salen. O rara vez, en su circulo, que de por si, ya es pequeño.

Con estas premisas establecidas en su mente y en su vida, los pobres encuentran difícil sino imposible romper el ciclo de la pobreza, lo que va de generación en generación

La persistencia de la cultura de la pobreza está enraizada en la Socialización de los niños, de ahí, que con pequeñas excepciones, los niños de esta clase social adquieren el Status y el Rol de la clase social de sus padres.

Veamos:

CLASE SOCIAL MEDIA:
Los niños de esta clase social están rodeados de personas instruidas, que hablan correctamente el idioma, disfrutan de la música clásica, compran y leen libros, viajan y reciben con agrado a sus visitantes, tienen a su alrededor a personas con aspiraciones, que van a trabajar aunque no les guste y que luchan por lograr el éxito en la vida. Están familiarizados con los logros de sus ancestros, parientes y amigos; y que para ellos lo más normal es suponer que también ellos van a lograr algo en la vida.

La escuela les parece un lugar excitante, cómodo, donde están sus amigos.

Cuando el maestro les dice: “Estudien para ser algo en la vida” esto tiene sentido para ellos. Al mismo tiempo ven a personas muy parecidas a sus padres y familiares, que están terminando sus estudios y preparándose para alguna carrera prometedora. Para la mayor parte de ellos “CRECER” significa terminar una educación y lanzarse en una carrera. Todos saben que tienen un futuro promisorio si se esfuerzan un poco.

CLASE SOCIAL BAJA:
Los niños de esta clase social están rodeados de personas con escasa instrucción, que hablan mal el idioma, les gusta la música ruidosa, nunca leen ni los afiches de las calles; por escaso tiempo tienen trabajos fijos, ser despedido y acudir a los trabajos eventuales es la norma y no les provoca un sentimiento de verguenza o fracaso. En su mundo los alimentos son fortuitos, escasos e irregulares; duermen tres o cuatro en una cama, y una voz bien modulada, una persona educada o poco agresiva, se perdería en medio del bullicio del vecindario, entonces, tienen que ser agresivos: Es su lucha por la sobre vivencia.

Estos niños van a la escuela desaseados y peor alimentados, porque posiblemente no tienen agua disponible ni alimentos, allí se encuentran con una persona que no se parece a ellos ni a nadie de su entorno social, el modo de hablar y las maneras del maestro les son poco familiares y cuando se comportan del modo que es aceptable y útil en su mundo social, son castigados. El maestro con seguridad los califica de hoscos, irresponsables y agresivos y el niño siente que es relegado. Para él la escuela es un lugar al que va para ser humillado y donde no aprenderá nada que le sirva, se le catalogará como indisciplinado y niño problema, donde el maestro tendrá por preocupación mantenerlo quieto para que el resto de la clase pueda aprender algo.

Este niño de la clase social baja sentirá que la escuela es una prisión y un lugar donde no se puede ser feliz y su única preocupación será “CRECER” para poder alejarse cuanto antes de sus maestros y su familia, ya que ni siquiera de ellos recibirá el apoyo que necesita, quienes posiblemente respalden con palabras las indicaciones del maestro, pero que no convencen a los niños de que la escuela y el aprendizaje son importantes en la vida.

En su mundo los que triunfan y tienes casas o autos costosos son los que se sacaron la lotería, han encontrado la forma tortuosa de poder triunfar o se han metido en negocios “sucios”. Su meta es ser como ellos.

Así, al ser más jóvenes, el horizonte de sus aspiraciones y gratificaciones rara vez se extiende más allá del fin de semana próximo, y sus hábitos de trabajo se hacen fortuitos, descuidados e irregulares.

La socialización ha cumplido su cometido.

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